lunes, 30 de mayo de 2011

FIESTA EN HONOR DE DON CHATO




DON JESUS: 

Queridos amigos:
Nos hemos reunido aquí, en EL Centro de trasplantes de ÓrganosSEGUIR CAMINO, para rendirle un Homenaje a mi querido amigo Don Chato Cuatroruedas Antigualla.
Así que, en tu presencia, procedo a leer una palabras de agradecimiento, como prueba de mi cariño y... acompañado por todos aquellos que te conocen y son testigos de tu capacidad para transportarme de un lugar a otro.
Vestido de rojo...con alguna que otra irregularidad en la superficie de tu chapa...la alineación de tus neumáticos...las gomas del parabrisas y ventanas y...alguna que  otra  mancha de óxido en tus partes bajas y laterales...te presentaron a mí; como lo que después demostraste ser...un amigo fiel y trabajador, siempre dispuesto a realizar a mi lado, sin protestar, cortos desplazamientos por la ciudad. Incluso, algún que otro un poco más largo, en, esas ocasiones, en las que llevábamos a cabo, pequeñas excursiones por el campo.
Era  obvio, por tu forma de comportarte y por tu edad, imaginar que venías de otro hogar, donde por razones personales, según me dijeron y que no viene a cuento explicar aquí, tuviste que abandonar. Pero...eso si...desde el primer momento, comprobé que tenías todos tus papeles en regla.
Impuestos pertinentes (de lujo, I.V.A., Tasas anuales, etc.) así como permiso de circulación, Tarjeta técnica...e...incluso pude constatar que estabas al día en cuanto a plazos, hipotecas, embargos y multas que, en algún momento pesaran sobre ti.
La verdad es, que, cuando te contemplé por primera vez, pensé que estabas un poco desfasado, en comparación con otros amigos que tenía...por tu presencia y por tu...edad... ¡Diecisiete años! ¡Cuánto tiempo habías vivido! Firme y con algún que otro achaque, que todo hay que decirlo, pero siempre adelante, después de algún pequeño tratamiento mecánico que te recetaban. Soportando las vicisitudes que la vida trae, cuando uno anda de aquí para allá.
Y...no puedo dejar de pensar en cómo la llevabas tú…
Mi corazón, no consigue dominar la tremenda alegría que siente,  al recordar cómo hemos llegado hasta aquí.
Y como, casi te pierdo... ¡Todo por un muelle! Un pequeño e insignificante muelle, que tu organismo perdió del mando del acelerador y que nadie lograba encontrar, ni sustituir...ni tan siquiera con un transplante...
Aún hoy, me queda la duda, de si no fue una negligencia, o el destino, tú destino....
Ocurrió todo de una manera tan increíble....recuerdas.... ¡Oh Dios!  Ya sé... ya sé... que tú, te emocionas solo con recordar...
Pero, permíteme a mí que lo haga, con el fin de que todos conozcan, la importancia de llevar a cabo éste proyecto, para bien de muchos en tu misma situación.
Todo comenzó, cuando después de aquel viaje a la capital, llegamos a casa y después de darme una rápida ducha, para quitarme de encima el molesto aroma que deja el calor en los cuerpos, te conté, que íbamos a recoger a Rosana a su trabajo y a continuación, al parque de Pinto a disfrutar del atardecer entre verdes plantas.
Fue entonces, cuando me dijiste que no podías acompañarme...
¿Por qué? te pregunté... ¡ No lo sé ! Contestaste.... No lo sé, pero algo en mi organismo, no funciona bien...
Pude advertirlo cuando regresábamos de la capital... Es cierto, te conteste, ahora que lo dices, te notaba un poco raro.... Pero seguro que no es nada de importancia. Déjame que te eche una mirada, te dije.... ¡Veamos!
Comprobé que podías andar, aunque con dificultad, y ante tu insistencia, decidimos que lo mejor era ir a algún Centro Mecánico, donde te conocieran ya, por algún problemillas anterior.
Después de asesorarme convenientemente, ojeando tus papeles, decidí, que lo mejor era que te llevara al mismo Centro donde naciste hace diecisiete años; ya que vi, que tenías apuntada la dirección y que por los informes detallados que había entre esos papeles te conocían perfectamente.
Ahora que lo recuerdo.... Cuando llegamos allí, ya no me gustó mucho el recibimiento que tuvimos. No te miraron con demasiada simpatía... es un poco mayor, ¿No le parece? Repetían mirándome a mí. Posiblemente te comparaban con otros parecidos a ti, que se encontraban en el Centro, pero eso sí, más jóvenes que tú...
Sin tener en cuenta ese desaire, les pedí que te hicieran un reconocimiento exhaustivo, con el fin de encontrar el motivo de tu malestar.
Después de un ligero... y digo ligero, porque no vi yo mucho interés en el trato que te ofrecieron al trasladarte a la consulta, ni comprendía, cómo en ten poco tiempo, podían haberte auscultado con detenimiento... Me dijeron que dada tu edad, era lógica tu indisposición, teniendo en cuenta los años que tenías y que lo mejor era que te quedaras en casa hasta el momento en que definitivamente, te... ¡Bueno, ya puedes imaginar....! Como de pasada me insinuaron, que lo mejor era, que en adelante, me buscara otro amigo que me acompañara en mis desplazamientos.
Indignado, les exigí que te trasladaran inmediatamente a un nuevo Centro Mecánico, donde dispusieran de todos los adelantos tecnológicos necesarios para que te hicieran un amplio reconocimiento.
Ante mi actitud, se te traslado y comenzaron las exploraciones y pruebas pertinentes... ¡Dios mío! Se te exploró por dentro y por fuera.... El equipo electrónico funcionaba correctamente así como los amortiguadores, tubo de escape, transmisión, los frenos, las ruedas que respondían con precisión al movimiento del volante, las revoluciones que se mantenían sin saltos... el aceite, la temperatura del agua, la batería estaba limpia sin abombamientos... refrigerabas en condiciones, las correas estaban en buen estado, el carburador seco, sin fugas, las bujías limpias, todo parecía funcionar perfectamente.... una y otra vez, se te revisó con calma ante mi insistencia, pero, perecían estar todos tan confundidos ante tu  estado, como yo. Por fin, a uno de ellos se le ocurrió que quizá el problema estuviera relacionado con la aceleración y... ¡Eureka!
¡Diagnostico por fin! Rápidamente desmontaron tu caja de cambio y comprobaron que al mando del acelerador le faltaba un muelle. ¡Un pequeño muelle era el responsable de tu malestar!  
Mi sorpresa no tenía límite, cuando me comunicaron que dicho muelle, no era posible sustituirlo, ya que no disponían de él. Volví al Centro donde naciste y les rogué que consultaran con otros Centros, por si en alguno de ellos pudieran encontrar alguno.      
Yo les miraba, y no podía dejar de pensar, en ti, así que volví al Centro donde estabas ingresado, y desde allí al verte tan decaído, volví a insistir en que se hiciera lo posible para que se te realizara un trasplante de algún voluntario donante.
En tono muy condescendiente, que dicho trasplante, no era posible a consecuencia de tu edad, ya que sólo se realizaban durante los primeros ocho años de tu vida, después sólo se encontraban donantes adecuados excepcionalmente.
Intenté convencerles, de que dado el avance de la tecnología en éste campo, alguna prótesis habría que pudiera sustituirlo. Ellos irritados, sin ningún tipo de disimulo, me rogaron que no insistiera y que,  como una persona adulta y responsable, asumiera que tenía que dejarte descansar y buscar otro amigo.
Vencido y con la moral por los suelos, volví a tu lado e inconscientemente, empecé a despedirme de ti. ¡No podía creerlo! Yo solo les había pedido que te dieran un soplo de vida más... Sólo la posibilidad de que juntos, realizáramos algún viaje más, con la seguridad de que tú, volverías a casa...
Sin embargo, ellos, no hacían más que insistir en que debía buscarme otro amigo. ¡Insensibles! Tú, no eras tan joven... tan dinámico... tus pedales transmitían vibraciones continuas... Es cierto que tu alimentación, sale algo más cara, ya que por tu edad eras algo más quisquilloso.
En los pocos viajes largos que hicimos, te comportaste a veces, como si todo te mareara y te balanceabas de un lado a otro, lo que este, no fuera tan confortable, pero... a pesar de todo esto... yo te quería. Te habías convertido en ese compañero inseparable, que compartía conmigo casi todo... No eras moderno, como la juventud de hoy en día, pero eras fiel y trabajador y estabas a mi lado... No eras sofisticado, ni tu vitalidad era de una potencia increíble pero... siempre estabas dispuesto a acompañarme a pesar de tu cansancio... No eras innovador en tu vestuario, ni disponías de mucha velocidad cuando, alguna que otra vez, hacíamos algún pequeño amago de carrera, ni eras de esos que nada más verlos, transmiten fuerza y cierta clase de elegancia... pero eras  mi amigo. Podría seguir enumerando muchas otras cosas que no poseías y de las que hoy en día esos jóvenes alardean de poseer, pero tú tenías lo más importante para mí en un amigo tan ligado a mi vida.... la relación, utilidad, confianza, comportamiento... eran perfecto. Por eso, te quería...por eso, luché hasta el último momento para que te dieran ese soplo de vida que yo, no podía darte...
Pero cuando ya se daba todo por perdido quise dar contigo un ultimo paseo te puse un vendaje de emergencia y salimos sin saber muy bien a donde ir y fue entonces cuando le vimos, fue como si el destino se hubiese aliado con nosotros.
Al salir de aquella curva… ¡No podía dar crédito a mis ojos! ¡Estaba allí! Era triste por él y ésta es la paradoja… ¡Era motivo de gran alegría para nosotros!
El cadáver de uno de tus  hermanos podía hacer que tú siguieses viviendo.
Con nerviosismo, te aparque en la cuneta y me aproxime hacia el pidiendo que se conservase todavía su mando del acelerado intacto. Ansioso abrí el capó y ¡Cielos sí! …Allí estaba, intacto. Tu mismo grupo sanguíneo, tus mismas características técnicas, perfecto para ser transplantado.
Sin más le extraje el muelle que a él ya no le hacia falta y allí mismo, sin apenas instrumental, procedí a retirarle el vendaje de emergencia y a implantarle el nuevo órgano.
Echo esto, no sin cierto temor me arrellane en el asiento metí la llave de contacto, la hice girar, comprobando con inmensa alegría tu corazón volvía a latir con la regularidad de un recién nacido.
Volvimos a casa dando un largo paseo mientras yo escuchaba como tu pequeño motor cantaba de alegría.
Por esto, hoy estamos aquí… para demostrarte y agradecerte, tu amistad, amigo Chato y al mismo, Inaugurar en tu presencia, el Nuevo centro  de Transplantes, SEGUIR CAMINOS, dedicado a conseguir Órganos para Transplantarlos, a aquellos, que como tú, lo necesiten, ayudando con esto a que otros muchos, sigan viviendo la vida que les corresponde.  
Gracias amigo, amigos…por estar conmigo

Annia Mancheño




     

No hay comentarios:

Publicar un comentario