UNA PRINCESA QUE POR LOS CAMINOS ANDABA

Déjadme que os cuente un cuento, como a mi niña yo contaba, cuanto era pequeñita, y el sueño la llamaba.

Erase una vez...

Una linda princesita,  con los ojos del color, que robó al cielo que la enamoró. Sus cabellos color avellana, como caracolas caían, sobre su linda espalda; su cuerpecito lo vestía, con el manto que cojía, del día que la enamoraba. Su semblante reflejaba, el caudal que su corazón, tenía para entregar, a todo aquel que la quisiera escuchar.

Nuestra Princesa del cuento, que Giny se llamaba, vivía en un poético desván. Desde él lanzaba al mundo, palabras para enamorar.

Su pluma recitaba versos, llenos de humanidad.

Un día asomose a su ventana y desde su torre de oro, dijo al pueblo que la escuchaba:

§                     Queridos amigos, desde aquí: quiero trasmitiros mis emociones. Dejad       que estas os colme, con el color de los amores.

            Mi desván esta repleto, de caricias, sensaciones y añoranzas; de promesas            de felicidad y abrazos que os tengo que entregar.

            Subir...subir…Amigos míos. Subir y una vez aquí, pongamos luz a las   miradas. Contemplemos las cosas tan hermosas, que la naturaleza nos  regala....

            Subir amigos, subir...que vuestra compañía es muy grata... Dejadme que   con la Poesías, llene vuestros corazones de esperanza...

Y nuestra Princesa, cogida de la mano de todos, emprendió un largo camino, por los senderos del destino...

Fue muy feliz mientras andaba... Fue sembrando a su paso el amor... Y éste puso en sus pupilas, el color de la ilusión.

Si un día veis por los caminos, a una damita vestida de azul; sabed que es nuestra Princesa, que sigue andando su camino, para  que al llegar a la meta, su vida éste repleta, se emociones que haya vivido...

Y aquí termina éste cuento... la Musa se  va a descansar...

Otro día os contaré, cómo la Princesa abrazó, al Principe, que robó su corazón....

Annia Mancheño