Apenas se te ve… tu palidez se difumina con la luz del día, que va llenando la ciudad con el sol, que la viene a abrazar.
Sin embargo, ahí estas tu… blanca y redonda sobre un cielo azul que parece no quererte apagar
¡Y que bonito! Bajo ti; dos globos, rojo y azul que algún niño perdió. Pienso en él, ¡Sus ojitos llorarían cuando hasta ti marchaban! Dime, ¿Le vistes tú ?
¿Cómo era su carita? ¿ Se vestían sus ojos de azul ? ¿Fuiste tú, quien para ti, los colores del mar y la pasión, le quisiste robar? ¿Fue tu amigo el viento quien sus manitas abrió?
Perdona un momento, no puedo continuar. Me encuentro en el tren, como puedes ver y… ¡Dios, no paran de hablar!
Cuando vivo uno de estos momentos, me gustaría estar en mi hogar, dejándome envolver por la calma que me creo en este, y contigo conversar.
Pero bueno...tengo que seguir hacia donde el tren me llevará, Así que continuemos, ¿ vale ?, Haré como que no están, Solo te miraré a ti que pasas como si quisieras jugar, escondiéndote entre árboles, cables, arbustos y edificios... ¿ acaso al escondite conmigo jugando estas ?
¡Ah! Ya te veo, ¡Vuelves a mírame ? ¡Que redonda estas !
Te rodean blancas nubes que se asemejan a un gran manto de algodón.
Me imagino si pudiera hasta estas llegar. Sobre su confortable superficie, me dejaría caer y desde arriba cerca de ti, me dejaría envolver, por la caricia de tu blancura, que me recuerda el color de la paz.
Mi lunita, ¿Ya te vas?, Ya el día va avanzando; el sol cada ves, se va alzando más, pidiéndote que paso le des.
Sigue el tren marchando y a través de las ventanas, no puedo dejar de contemplarte.
Te vas ocultando. ¿Ya me tienes que dejar? Que tengas hermosos sueños. Cuando nos volvamos a ver, mis buenas noches te daré, y como me fue el día te contaré. Mientras tanto, descansa, mi vida como el día avanza, el tren dentro de poco llegará.¡ Buenos días !, para mi, ¡ buenas noches ! para ti, ¡ Buen descanso ! ¡Vete, ya!
Ya casi no te diviso, ¿tienes sueño? ¡Vamos! Marcha ya a descansar!
Annia Mancheño
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